Este texto surge de la experiencia práctica de MOVIOLART, al participar de la edición del cortometraje "A las Cuatro y Algo"; desafiando la noción de la IA como un reemplazo creativo, este artículo argumenta que, si bien la IA generó el material visual, las decisiones de montaje—ritmo, narración y emoción—permanecieron firmemente en las manos del editor humano, demostrando la vigencia de las técnicas de edición tradicionales.