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EL PARPADEO EN UN PROMPT

  • Foto del escritor: MOVIOLART cine
    MOVIOLART cine
  • 6 ago
  • 6 Min. de lectura
La esencia del editor humano en la era de la IA

Por: Néstor Betancourt*

 

 Este texto surge de la experiencia práctica de MOVIOLART, al participar de la edición del cortometraje "A las Cuatro y Algo", un proyecto colaborativo que surgió en el marco del Diplomado de Creación con IA, de la Secretaría de Cultura de Cali, Estudios Takeshima, la Fundación Algo en Común y YAWA, centro de Arte y Tecnología de Cali. Desafiando la noción de la IA como un reemplazo creativo, este artículo argumenta que, si bien la IA generó el material visual, las decisiones de montaje—ritmo, narración y emoción—permanecieron firmemente en las manos del editor humano, demostrando la vigencia de las técnicas de edición tradicionales.

 

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Contexto del Proyecto y Sinopsis: 

El cortometraje, titulado "A las Cuatro y Algo", dirigido por Carlos Vidal, fue el producto final del Diplomado de Creación Audiovisual con IA, dictado por el investigador y cineasta brasilero Marcelo Müller. La película, una reflexión sobre el duelo y la memoria, sigue a una joven que usa una simulación de realidad aumentada para despedirse de su abuela. El colectivo "Los Últimos de la Fila" fue el encargado de llevar a cabo este proyecto, con el montaje a cargo de Néstor Betancourt y Alejandro Díaz. Este origen académico y colaborativo es crucial para entender el experimento que plantea el cortometraje: un diálogo entre la tecnología de punta y la autoría humana.

 

 

Desarrollo del Argumento: Un Flujo de Trabajo Híbrido

El proceso creativo de "A la Cuatro y Algo" se articuló en un flujo de trabajo híbrido, donde la intervención humana fue constante y decisiva en los puntos clave de la narración, mientras que la IA actuó como un generador de materia prima visual. Esta metodología redefinió la preproducción y la producción, pero reafirmó la importancia del montaje como un acto de autoría.

 

A continuación se detallan una serie ideas claves o conclusiones, o tal vez descubrimientos personales; que surgen de esta experiencia creativa:

 

 

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1. La Fusión en los Tiempos de Producción: El primer y más significativo cambio que trajo el uso de la IA fue la disolución de los tiempos clásicos de preproducción, producción y postproducción. Gracias a la inmediatez de la generación de imágenes y sonidos, el proceso se convirtió en un ciclo iterativo. Mientras se escribía el guion, se generaban prompts. Durante el montaje, surgían nuevas necesidades narrativas que llevaban a crear nuevas imágenes, sonidos y planos específicos. Este proceso de "re-producción" constante permitió una flexibilidad sin precedentes para potenciar la historia y encontrar la emocionalidad del montaje, un flujo de trabajo que sería impensable en una producción tradicional.

 

 

2. El Guion y la Imaginación Humana (la Hoja de Ruta): El punto de partida de todo el proyecto fue el guion, un documento creado por el colectivo de manera tradicional. Este guion no solo delineó la historia, sino que también sirvió como la hoja de ruta para la creación de las imágenes. Fue en este momento donde los humanos imaginaron la historia, los planos y la emocionalidad de las escenas. De manera casi paralela a la escritura, se generaron los "prompts", esas descripciones detalladas que la IA utilizaría como punto de partida. Esta fase fue crucial: aunque el guion existía, su materialización dependía de la capacidad del equipo para traducir la visión artística en instrucciones para la máquina.

 

 

3. La Producción y el Azar de la IA (la Generación de Metraje): El momento de mayor intervención de la inteligencia artificial ocurrió en la fase de "producción", donde la IA generaba activamente las imágenes a partir de los prompts. En este paso, el azar jugó un papel fundamental, pues la IA arrojaba una variedad de resultados, desde imágenes estáticas hasta videos de 10 segundos, que no siempre coincidían con la visión original, o con los personajes originales. Aquí la labor humana consistió en supervisar este proceso y refinar los prompts para acercarse a la intención narrativa. Sin embargo, el producto final de esta fase seguía siendo una "materia prima" en bruto, un conjunto de fragmentos visuales sin un orden ni un ritmo definidos.

 

 

4. El Montaje como Acto de Autoría (La Decisión Humana): El verdadero proceso de montaje comenzó con una labor de curaduría, una selección humana de los mejores planos generados. Una vez que el material fue elegido, el proceso de edición se llevó a cabo de la forma más tradicional posible, utilizando el software Premiere Pro. Aquí, el equipo de montaje tomó el control total para encontrar el ritmo, el corte preciso y la emocionalidad de la película. Como señala Walter Murch en En el momento del parpadeo, el corte es una decisión clave, y hasta ahora es el humano quien conserva ese poder de decisión. La máquina aún no toma esas decisiones. En un futuro, podría ser posible que una IA realice cortes basados en análisis de películas o en los intereses de los usuarios, (si es que ya no lo está haciendo) pero en esta experiencia, la decisión de dónde cortar fue una decisión completamente humana, reafirmando que el montaje sigue siendo la principal contribución del ser humano a un proyecto audiovisual.

 


Algo para tener en cuenta es que este cortometraje es de ficción, entonces el flujo de trabajo y la intención de los planos siempre se van a basar en la emoción del personaje y en la construcción de una atmósfera. Tal vez en trabajos documentales, donde el desarrollo de los temas se dan por medio de entrevistas o voz en off, es decir, tenemos una narración más centrada en la palabra como eje narrativo, muchas herramientas de inteligencia artificial podrían ser claves para optimizar el trabajo; por ejemplo la edición basada en texto, es una forma interesante de editar una película de este tipo, pero hay que aclarar que muchos elementos que todavía no entiende la inteligencia artificial son importantes que los encuentre el editor humano, por ejemplo, los silencios, la intencionalidad de las miradas, el movimiento de manos o lenguaje corporal, este tipo de detalles sutiles no los puede ver la máquina, y aquí el ojo avezado del ser humano es vital para construir ese meta lenguaje que va más allá de lo que dicen los entrevistados.

 

 

5. El Audio como Herramienta Dinámica del Montaje: El papel del audio fue un punto crucial en la redefinición del flujo de trabajo. A diferencia de la producción visual, la generación de audio con IA (utilizando herramientas como Elvenlabs) se integró de forma mucho más fluida y en tiempo real. Mientras el editor avanzaba en el montaje y el ritmo narrativo tomaba forma, se generaban voces, sonidos ambientes y efectos (sfx) según las demandas narrativas y emocionales del momento. Esto permitió potenciar la historia de manera instantánea, sin las limitaciones de la grabación de audio tradicional, y demostró la capacidad de la IA para servir directamente a las necesidades creativas que surgen en la sala de edición.


 

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Conclusión: 

"A las Cuatro y Algo" es una experiencia empírica de cómo la IA está redefiniendo los flujos de trabajo creativos. El proceso de su creación fue un sistema híbrido que desdibujó las fronteras entre preproducción, producción y postproducción, permitiendo un ciclo constante de generación de ideas visuales y sonoras en paralelo al guion y al montaje. En esta dinámica, la IA actuó como un generador de materia prima visual y auditiva, produciendo de manera azarosa el metraje y los sonidos que el equipo creativo solicitaba. Sin embargo, en los momentos decisivos de la autoría—la concepción de la historia, la selección de los planos y, sobre todo, el "encontrar el parpadeo" del corte que da ritmo y emoción a la narración—la mano y la mente humana fueron insustituibles.

 

En este caso de estudio, que surge de una experiencia académica para capacitar la industria creativa de Cali, es clave resaltar que "A las Cuatro y Algo" no es un cortometraje "editado por IA", sino un cortometraje "generado con IA". La experiencia demuestra que la Inteligencia Artificial es una herramienta poderosa para la creación de contenido y la agilización de procesos, pero la visión artística, la narrativa y la voz del autor siguen siendo cuestiones del ser humano, y es precisamente en la convivencia con estas nuevas tecnologías donde se fortalece el papel del creador.

 

 

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* Este texto ha sido desarrollado con la asistencia de una inteligencia artificial (Gemini) para estructurar y enriquecer las ideas claves.

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